Siete personas han fallecido y otras once han sufrido lesiones luego de que un avión de carga se accidentara este lunes poco después de su despegue desde el Aeropuerto Internacional Muhamad Alí de Louisville, en Kentucky.
“Las noticias que llegan desde Louisville son duras, ya que el número de víctimas mortales asciende al menos a siete, y se espera que esa cifra aumente”, declaró el gobernador del estado, Andy Beshear, en su perfil de la red social X. Beshear añadió que los equipos de emergencia “trabajan sin descanso para extinguir el incendio” generado tras el siniestro.
En una rueda de prensa, Beshear calificó el evento como “catastrófico” y señaló un posible riesgo ambiental en la zona, donde se localizan empresas de reciclaje de petróleo y repuestos de automóviles.
Johnathan Biven, portavoz del aeropuerto, confirmó que más de diez personas han resultado heridas. El avión siniestrado, propiedad de la compañía de envíos y logística UPS, tenía como destino el Aeropuerto Internacional Daniel K. Inouye en Honolulu, Hawái, y llevaba a bordo a “tres tripulantes”.
Según la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), el accidente ocurrió alrededor de las 17.15 horas (hora local), cuando la aeronave colisionó con unas instalaciones de UPS, provocando un incendio. Equipos de bomberos fueron movilizados para controlar las llamas cerca del aeropuerto de Louisville, que no reabrirá hasta las 7.00 del miércoles (hora local, 13.00 hora peninsular española).
La Policía Metropolitana de Louisville ha impuesto un confinamiento para todos los residentes en un radio de cinco millas alrededor del aeropuerto.
