Un devastador tornado ha azotado a Rio Bonito do Iguaçu, en el estado de Paraná, al sur de Brasil, dejando un saldo de al menos seis muertos y más de 750 heridos, de los cuales nueve se encuentran en estado crítico. Las autoridades advierten que el número de víctimas podría incrementarse en las próximas horas.
Protección Civil estima que aproximadamente 10.000 personas han sido afectadas por el desastre. Entre las víctimas mortales se encuentra un adolescente de 14 años. Además, se reporta que unas treinta personas han sufrido lesiones de gravedad moderada y varias centenas presentan heridas menores.
Los vientos, que alcanzaron velocidades de entre 180 y 250 kilómetros por hora, han causado la caída de numerosos árboles y daños significativos en viviendas y otras propiedades. El gobernador de Paraná, Ratinho Junior, ha declarado que las fuerzas de seguridad están ‘movilizadas’ y en ‘alerta’ para asistir a los afectados en las áreas más comprometidas.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su pesar y solidaridad mediante las redes sociales: ‘Quiero expresar mis más sentidas condolencias a todas las familias que perdieron seres queridos en el tornado de Río Bonito do Iguaçu y Guarapuava, Paraná, y ofrecer mi solidaridad a todos los afectados’. Además, anunció la activación de un operativo de emergencia liderado por la ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffmann.
Hoffmann coordinará un equipo compuesto por representantes de los Ministerios de Salud e Integración y Desarrollo Regional. Además, técnicos especializados en ayuda humanitaria de la Defensa Civil Nacional y profesionales del Sistema Único de Salud están en ruta hacia las ciudades para brindar apoyo y asistencia a las víctimas.










