Al menos tres personas han perdido la vida, entre ellas un miembro de las fuerzas de seguridad sirias, y unas 60 han resultado heridas tras un grave estallido de violencia en la ciudad costera de Latakia. El incidente se ha producido mientras cientos de integrantes de la comunidad alauí participaban en una de las numerosas marchas organizadas este domingo en Siria para reclamar la instauración de una estructura federal de gobierno.
El último recuento de víctimas ha sido confirmado por la Dirección de Salud a la agencia oficial SANA, que atribuye la responsabilidad de los disturbios a elementos vinculados a los restos del “régimen extinto” del expresidente Bashar al Assad, quien huyó del país en diciembre de 2024 ante el avance de yihadistas y grupos rebeldes hacia Damasco.
Las protestas han sido impulsadas por el jeque Ghazal Ghazal, máximo responsable del Consejo Islámico Supremo Alauí de Siria, una figura que ha ganado un peso notable en la escena política siria durante este año. El mes pasado ya encabezó otra oleada de movilizaciones de esta comunidad, que desde hace meses denuncia ser objeto de discriminación por parte de las nuevas autoridades únicamente por compartir confesión religiosa con el derrocado mandatario sirio.
En esta ocasión, las marchas de este domingo se desarrollan bajo el impacto del atentado perpetrado el pasado viernes en una mezquita situada en un barrio de mayoría alauí en la ciudad de Homs, en el oeste del país. Ese ataque dejó al menos ocho fallecidos y cerca de 20 heridos, y ha sido reivindicado por un grupo extremista suní hasta ahora relativamente poco conocido, Ansar al Sunna.
La cifra de muertos y heridos registrada durante las protestas de hoy es todavía provisional y podría aumentar en las próximas horas. Mientras tanto, activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos señalan en sentido contrario a las fuerzas de seguridad sirias, a las que acusan de haber alimentado las tensiones mediante incursiones y operaciones en otros focos de protesta como Jablé, Banias y la propia Homs.
La situación ha alcanzado tal nivel de gravedad, especialmente en Latakia y Tartús, que el Ministerio de Defensa sirio ha anunciado el despliegue del Ejército, con tanques y vehículos blindados, con el objetivo de “mantener la seguridad y restablecer la estabilidad en cooperación con las fuerzas de seguridad interna”.