El Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia ha revocado la condena de diez años de prisión impuesta a Jeanine Áñez, quien asumió la presidencia en noviembre de 2019, y ha decretado su liberación inmediata. La decisión se basa en ‘algunos argumentos’ como ‘la retroactividad de la ley’, puesto que el delito por el que fue condenada fue modificado posteriormente, afectando el derecho al debido proceso. Esta decisión forma parte de una ‘transformación’ judicial, según palabras del presidente del TSJ, Romer Saucedo.
Áñez, que se proclamó presidenta durante una crisis política tras la renuncia de Evo Morales, cumplió 361 días en el cargo antes de ser condenada en 2022 por delitos contra los deberes y la Constitución en el caso ‘Golpe II’. Tras más de cuatro años en prisión preventiva, Áñez ha calificado el fallo como ‘una reparación’ y no como un ‘triunfo’, expresando su alivio y esperanza en la justicia. ‘No es un regalo, es un derecho que, aunque llega tarde, lo recibo con júbilo y con fe en que la Justicia ahora nos da esperanza’, declaró Áñez, según ‘El Deber’.
El anuncio del fallo coincidió con la entrega de credenciales por parte del Tribunal Supremo Electoral a Rodrigo Paz y Edman Lara como presidente y vicepresidente electos de Bolivia, respectivamente, justo antes de su toma de posesión este fin de semana.
