Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha solicitado formalmente al secretario general de la ONU, António Guterres, que se realice “una investigación inmediata” sobre lo que ha calificado como “triple sabotaje”. La solicitud se refiere a tres incidentes ocurridos durante su visita a la sede, incluyendo problemas con una escalera mecánica, un teleprómpter y el sistema de sonido del salón de sesiones.
“Ayer (este martes) ocurrió una verdadera desgracia en Naciones Unidas. ¡No uno, ni dos, sino tres sucesos siniestros!”, expresó Trump en Truth Social, destacando la gravedad de los hechos y sugiriendo que no fueron coincidencias. Además, ha enviado “una copia de esta carta” al secretario general, criticando la eficacia de la ONU.
Trump informó que el Servicio Secreto está analizando los incidentes y pidió conservar “todas las cintas de seguridad de la escalera mecánica, especialmente el botón de parada de emergencia”. Relató cómo el accidente con la escalera mecánica pudo haber terminado en una caída peligrosa si no fuera por su rápida reacción y la de Melania Trump. “Se detuvo de golpe. Se paró en seco. Es increíble que Melania y yo no nos cayéramos de bruces sobre los bordes afilados de esos escalones de acero”, añadió.
Posteriormente, Trump enfrentó problemas con el teleprómpter, un hecho que compartió con otros representantes, y mencionó dificultades con el sonido durante su discurso, que recibió buenas críticas a pesar de los contratiempos. “La buena noticia es que el discurso recibió excelentes críticas. Quizás apreciaron que muy pocas personas podrían haber hecho lo que yo hice”, concluyó.
Por su parte, Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, confirmó la apertura de una investigación “exhaustiva” y aseguró la cooperación transparente con Estados Unidos. Detalló que un cámara estadounidense activó sin querer un mecanismo de seguridad en la escalera mecánica, lo que provocó su parada. En cuanto a los teleprómpters, Annalena Baerbock, presidenta de la Asamblea General, afirmó que funcionaban correctamente, aunque no está claro si la delegación estadounidense usó un equipo propio.