El gobierno de Venezuela ha expresado su malestar por la presencia de aviones de combate de Estados Unidos a aproximadamente 75 kilómetros de sus costas, en el marco de las recientes operaciones militares norteamericanas en el Caribe. Estas maniobras incluyen ataques a embarcaciones sospechosas de narcotráfico.
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, confirmó que el radar de defensa aérea detectó cinco aviones, presuntamente del modelo F-35, cerca de Maiquetía, al norte de Venezuela. “La presencia de esos aviones, volando en las cercanías de nuestra área de influencia, en nuestro mar Caribe cercano a las costas venezolanas, es una grosería, es una provocación”, afirmó en una presentación sobre las actividades de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Padrino también señaló que estos aviones nunca antes habían sido observados tan cerca, con algunos de ellos posicionados en Puerto Rico. “Quiero que sepan que eso no nos intimida, no intimida al pueblo de Venezuela”, declaró.
Posteriormente, Yván Gil, ministro de Exteriores de Venezuela, emitió un comunicado con la cartera de Defensa, denunciando la “incursión ilegal” de dichas aeronaves y acusando a estas acciones de violar el Derecho Internacional y la Convención de Chicago sobre Aviación Civil Internacional. Este patrón de comportamiento, según Gil, “no puede ser tolerado”.
Gil anunció que Venezuela presentará esta queja ante instancias internacionales como la ONU, el Consejo de Seguridad, la OACI y la CELAC, solicitando medidas que eviten futuras violaciones. También reafirmó el compromiso de Venezuela de no ceder ante intimidaciones o agresiones, asegurando que el país “ejercerá plenamente su derecho a la defensa”. Además, instó al jefe del Departamento de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, a que “cese de inmediato su postura temeraria, aventurera y guerrerista”, que amenaza la paz en la región.
En tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha justificado estas acciones al declarar que EE.UU. está en guerra con los cárteles de la droga, considerados como grupos terroristas. Un documento confidencial enviado al Congreso detalla que estas operaciones se alinean con el derecho de conflictos armados, en defensa propia y de terceros contra estos grupos. Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha decretado un estado de Conmoción Externa, preparándose para una posible agresión externa.