El presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha expresado su desconcierto ante las declaraciones de Donald Trump sobre los ‘avances significativos’ en la resolución del conflicto, acusando a Rusia de transmitirle falsas ‘señales’ que solo buscan dilatar la aplicación de otras medidas de presión.
En un evento reciente en la Casa Blanca, donde Trump se reunió con líderes de cinco naciones de Asia Central, Zelenski sugirió que las ‘señales’ que Moscú pretende enviar para negociar no son más que estrategias para evitar futuras represalias.
‘Todo esto es un intento por parte de Rusia de retrasar las decisiones del presidente de Estados Unidos. Desde el inicio del mandato de Trump, han prometido constantemente (…), mostrando un supuesto interés en terminar la guerra y luego, gradualmente, demostrando lo contrario, su falta de compromiso’, declaró Zelenski en una conferencia de prensa.
Zelenski también indicó que la actitud de Rusia es motivada por el temor a las posibles respuestas de Estados Unidos, ya sea mediante sanciones económicas o con envíos de armamento pesado. ‘Cuando se dieron cuenta de las primeras sanciones, entendieron lo que podría venir después’, explicó.
Confía en que Trump finalmente autorizará el envío de misiles Tomahawk. ‘Este tema ya está sobre la mesa. Es solo cuestión de tiempo’, informó la agencia Ukrinform.
Además, destacó que ‘Trump no se ha negado’ y que tanto ‘diversas instituciones’ como los fabricantes han mostrado una actitud positiva ante esta posibilidad. ‘En caso de señal positiva, estarán encantados de transferir o vendernos los sistemas correspondientes’, celebró Zelenski.
Por otro lado, mencionó la difícil situación en Pokrovsk, uno de los pocos reductos ucranianos en una Donetsk mayormente ocupada por fuerzas rusas. Reveló que el miércoles, las tropas rusas iniciaron una nueva operación de asalto, sumándose a los más de 220 ataques que las fuerzas ucranianas han enfrentado en los últimos tres días.
‘El objetivo del enemigo es tomar Pokrovsk lo antes posible’, declaró, añadiendo que unos 314 soldados rusos han conseguido penetrar el cerco ucraniano y entrar en la ciudad.











