En medio de un contexto bélico y diplomático crítico, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha tomado medidas drásticas contra la corrupción con la Operación Midas, una extensa investigación llevada a cabo por las principales entidades anticorrupción de Ucrania que recientemente ha provocado la renuncia de Andri Yermak, uno de los asesores más influyentes del gobierno. Zelenski ha destacado esta acción como prueba de que Ucrania está cumpliendo con las expectativas de la Unión Europea para futuras integraciones.
La salida de Yermak marca un nuevo capítulo en el complicado diálogo entre Kiev y Bruselas sobre la corrupción, un tema que cobró relevancia cuando la Unión Europea criticó una ley impulsada por Zelenski que limitaba la independencia de la NABU y la SAPO, dos organismos claves en la lucha anticorrupción. Sin embargo, tras consultas con figuras como Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, Ucrania retractó la ley en cuestión, comprometiéndose a llevar adelante reformas anticorrupción esenciales.
El problema de la corrupción sigue siendo un desafío para la adhesión de Ucrania a Europa, y la Comisión Europea ha reiterado la necesidad de mantener el impulso en la lucha contra esta lacra. Al mismo tiempo, la dimisión de Yermak representa un golpe duro para Zelenski en un momento en que enfrenta negociaciones delicadas con propuestas que incluyen concesiones difíciles a Rusia.
El comisario europeo de Justicia, Michael McGrath, ha expresado en una entrevista con Politico que «Nuestra relación con las autoridades ucranianas es bastante honesta en lo que a los requisitos se refiere». McGrath subraya que cualquier país que aspire a unirse a la Unión Europea debe adherirse a ciertos estándares legales. La Operación Midas continúa, y su enfoque incluye ahora el sector energético, crucial en el contexto de la invasión rusa y la proximidad del invierno.
Zelenski, por su parte, ha prometido nuevas reformas en el sistema de concesiones energéticas, mientras que Yermak ha proclamado su inocencia y anunciado su intención de «marcharse al frente», en un intento por restaurar su reputación. Mientras tanto, la crisis política y la guerra con Rusia siguen influyendo en todo, y voces opositoras en el parlamento claman por un cambio radical en el gobierno.










