Andrej Babis, quien fuera primer ministro de la República Checa y líder del partido ANO (Sí), ha empezado este lunes a contactar a los principales partidos de ultraderecha, buscando apoyos para establecer un nuevo gobierno tras su reciente triunfo electoral. La formación de Babis, que se alzó con cerca del 37% de los votos y era la favorita en las elecciones, ha conseguido 80 escaños de los 200 disponibles en el Parlamento, insuficientes para gobernar sin coaliciones.
Por ello, Babis necesita el soporte del partido ultraderechista Libertad y Democracia Directa (SPD), que recibió el 7,7% de los votos, así como de Conductores por Sí Mismos (AUTO), otro partido de extrema derecha con casi el 7% de los sufragios. Juntas, estas agrupaciones sumarían 108 escaños, proporcionando a Babis la mayoría necesaria en la Cámara de Diputados. A pesar de que las encuestas anticipaban la victoria de ANO, las elecciones sorprendieron con una alta participación del 69%.
El Partido Pirata Checo también logró un resultado notable, multiplicando por cuatro sus escaños hasta alcanzar 18, mientras que la coalición Stacilo!, encabezada por comunistas y opositores a la OTAN, no logró superar el umbral del 5% necesario para entrar en el Parlamento. Por otro lado, la alianza de centroderecha SPOLU (Juntos) del actual primer ministro Petr Fiala quedó en segundo lugar con el 23,3% de los votos, seguido por el partido de centro Alcaldes e Independientes (STAN) con el 11,2%.
Tras los resultados, Babis calificó su triunfo como un “éxito histórico” y un “punto de inflexión” en su carrera política, agradeciendo a los electores su apoyo. A pesar de sus expectativas de obtener al menos un 30% de los votos, los resultados finales fueron aún mejores. Adicionalmente, Babis indicó que se reunirá “pronto” con el presidente Petr Pavel para discutir un caso judicial pendiente que lo involucra en un posible conflicto de intereses con el conglomerado Agrofert, sobre el cual un tribunal de Praga debe decidir si cometió fraude con fondos de la UE.