António Guterres, secretario general de la ONU, ha hecho un llamamiento a la calma en Camerún tras las elecciones, solicitando que se rechace cualquier tipo de violencia y discurso del odio, al tiempo que ha requerido una investigación “exhaustiva e imparcial” sobre la muerte de cuatro manifestantes y las heridas sufridas tanto por civiles como por miembros de la Policía en las recientes protestas, las cuales se desencadenaron después de la reelección de Paul Biya como presidente.
“El Secretario General ha tomado nota del anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales celebradas en Camerún el 12 de octubre”, indicó Stéphane Dujarric, portavoz de las Naciones Unidas, refiriéndose a la octava victoria consecutiva de Biya, quien a sus 94 años sigue al mando del país.
Además, Guterres ha expresado su preocupación por los actos violentos postelectorales y el posible uso excesivo de la fuerza, lamentando las vidas perdidas y las lesiones ocasionadas tanto a los manifestantes como a las fuerzas del orden. Ha extendido sus condolencias a las familias afectadas y ha urgido a que se realice una investigación detallada y justa sobre los hechos.
Asimismo, ha pedido a los políticos y sus seguidores que mantengan la moderación y eviten cualquier agitación violenta o retórica de odio, subrayando la importancia de proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, y ha instado a las autoridades de Camerún a asegurar un ambiente seguro donde se respeten los derechos de todos los ciudadanos.
La Unión Africana también interviene
La Unión Africana, por su parte, ha manifestado su preocupación por los reportes de violencia y represión y ha felicitado a Biya por su triunfo, aunque ha hecho un llamado a la moderación y al diálogo nacional para alcanzar un consenso político que fortalezca la unidad nacional y la seguridad colectiva.
Compromisos gubernamentales tras las elecciones
Tras los disturbios, el ministro de Administración Territorial, Paul Atanga Nji, condenó la autoproclamación de victoria de Issa Tchiroma Bakary, rival de Biya, asegurando que se tomarán medidas legales contra él y sus seguidores por intentar desestabilizar el país. Además, informes de prensa locales indican que se han producido múltiples detenciones en la región Litoral y ataques a comisarías en el norte de Camerún, lo que añade tensión a la ya delicada situación política y social del país.
