Osama Krayem, extremista de origen sueco, ha impugnado la sentencia de cadena perpetua impuesta por un tribunal de Estocolmo a finales de julio debido a su rol en el homicidio de un piloto jordano que fue incinerado vivo por miembros del Estado Islámico, tras ser encerrado en una jaula en Siria en 2015, en un suceso que fue filmado y difundido.
Su defensa ha argumentado que el Tribunal del Distrito de Estocolmo cometió errores al ‘una evaluación incorrecta de la intención’ del acusado, y ha solicitado su completa exoneración. En el evento de que no se le otorgue la absolución, han requerido ‘una pena menos severa’, de acuerdo con lo informado por la abogada Petra Eklund a la cadena SVT.
Detalles del fallo judicial
El tribunal dictaminó que Krayem es responsable de un severo crimen de guerra y un delito de terrorismo, señalando que no se podía ‘considerar ninguna alternativa a la cadena perpetua’, por tratarse de ‘una ejecución brutal y grabada, llevada a cabo con gran crueldad con el fin de difundir el mensaje de Estado Islámico’.
La investigación reveló que el acusado estaba presente en el sitio del crimen, ‘uniformado y armado’, aunque fue otro individuo quien inició el fuego que terminó con la vida del piloto. No obstante, Krayem tuvo un papel en vigilar al piloto antes y durante el acto, y en trasladarlo al lugar del incendio.
Krayem, quien cumple condena en Francia, se encuentra en Suecia como parte de un acuerdo para realizar el juicio. Previamente, había sido sentenciado a 30 años y a cadena perpetua por su participación en los ataques terroristas de París en 2015 y Bruselas en 2016.