El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ha indicado recientemente que su administración está trabajando con China y Rusia para enfrentar las posibles sanciones de Alemania, Reino Unido y Francia. Estos países han advertido que podrían tomar medidas contra Irán si no se reanudan las conversaciones sobre su programa nuclear antes de terminar agosto.
‘Si esto ocurre, será negativo (…) Su consecuencia más importante es el regreso del embargo de armas. Además, volver al Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas y presentar a Irán como una amenaza a la paz y la seguridad internacionales podría tener consecuencias jurídicas y políticas negativas, que deben contrarrestarse. Estamos trabajando con China y Rusia para evitar la implementación del snapback’, explicó Araqchi en una entrevista para IRIB, asegurando además que ‘si no funciona, tenemos herramientas para responder’.
Las declaraciones de Araqchi se producen justo después de que el E3 enviara una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, expresando que podrían reactivar sanciones previas si Irán no retoma las negociaciones nucleares.
En su comunicación, los tres países europeos mencionaron que Irán posee una reserva de uranio enriquecido de 8.400 kilos, lo cual supera en más de 40 veces el límite establecido en el acuerdo de 2015, y que incluye más de 400 kilos de uranio al 60 por ciento, según datos recientes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Las conversaciones sobre el tema nuclear han estado paralizadas desde hace tiempo, agravadas por el ataque militar de Israel contra Irán el 13 de junio, que provocó una respuesta iraní de misiles y drones sobre Israel.
Posteriormente, Estados Unidos se unió a la ofensiva israelí con bombardeos a tres instalaciones nucleares iraníes. A pesar de estos eventos, desde el 24 de junio se mantiene un alto el fuego entre las partes.
La ofensiva israelí pretendía neutralizar un supuesto programa de armamento nuclear iraní, justo antes de una planeada reunión entre Irán y Estados Unidos para negociar un nuevo acuerdo nuclear.
En 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la salida de su país del acuerdo nuclear de 2015, que incluía inspecciones y restricciones al programa nuclear de Teherán.