El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ha calificado este jueves como “desconcertante” la decisión de su homólogo libanés, Yusef Ragi, de rechazar la invitación cursada por Teherán para una visita oficial, planteando en su lugar mantener el encuentro en un “tercer país neutral” ante la “ausencia de condiciones adecuadas” para desplazarse ahora a la República Islámica.
En una declaración difundida tras conocerse la postura de Ragi, Araqchi ha señalado que, “si bien agradezco a Ragi su amable invitación, su decisión de no aceptar la reciprocidad de Irán a su cálida hospitalidad resulta desconcertante. Además, los ministros de Exteriores de países con relaciones diplomáticas fraternales y plenas no necesitan un lugar ‘neutral’ para reunirse”.
El jefe de la diplomacia iraní ha afirmado que entiende “plenamente” los motivos por los que su “estimado homólogo libanés no está dispuesto a visitar Teherán”, en un contexto marcado por “la ocupación israelí y las flagrantes violaciones del ‘alto el fuego’”. “Por tanto, aceptaré con gusto su invitación de ir a Beirut”, ha subrayado, confirmando así que está dispuesto a desplazarse a la capital libanesa.
Araqchi ha añadido que las autoridades de Irán “también” aspiran a abrir “un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales basado en los precisos principios que describe Ragi”, según ha escrito en un mensaje publicado en su perfil de la red social X, donde ha insistido en la voluntad de Teherán de reforzar los lazos con Beirut.
En la víspera, Ragi había hecho público que no aceptaba la invitación de Araqchi para viajar a Irán, aunque puntualizó que este gesto “no significa un rechazo a un diálogo, sino que refleja la ausencia de condiciones adecuadas para esta visita en estos momentos”. Al mismo tiempo, expresó su voluntad de impulsar “una nueva era de relaciones constructivas entre Líbano e Irán, estrictamente a partir del respeto mutuo a la soberanía, la independencia y la no interferencia en los asuntos internos”.
El ministro libanés incidió además en su “firme convicción” de que “ningún Estado puede ser fuerte a menos que el derecho exclusivo de portar las armas dependa únicamente del Ejército nacional, el único que tiene autoridad sobre las decisiones de guerra y paz”, recalcando igualmente que Araqchi “siempre será bienvenido en Líbano”.
Estas manifestaciones de Ragi se interpretan en Beirut como una alusión indirecta al respaldo que Irán brinda al partido-milicia chií Hezbolá, que se ha opuesto a los intentos del Gobierno libanés de avanzar en su desarme tras el alto el fuego pactado a finales de noviembre de 2024 con Israel, después de trece meses de hostilidades desencadenadas por los ataques del 7 de octubre de 2023.
Hezbolá ha reclamado repetidamente al Ejecutivo libanés que concentre sus esfuerzos en la amenaza que, a su juicio, representa Israel, que ha continuado lanzando ataques contra territorio libanés pese al alto el fuego, en lugar de priorizar el desarme de la formación chií. El grupo insiste en que no entregará su arsenal mientras las fuerzas israelíes no se retiren de las zonas que ocupan en Líbano.
