El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha comunicado que el martes, las autoridades de seguridad de Polonia arrestaron a un individuo sospechoso de espionaje para Bielorrusia y anunció la próxima expulsión de un diplomático bielorruso implicado en actividades de espionaje en Europa.
«La Agencia de Seguridad Interior detuvo ayer a un agente bielorruso, resultado de la cooperación con servicios de Rumanía y República Checa, entre otros», declaró Tusk en la plataforma social X, justo un día después de que servicios de inteligencia de varios países europeos comunicaran que habían neutralizado «con éxito» una red de espionaje de Bielorrusia.
Además, Tusk mencionó que «un diplomático bielorruso que apoya las acciones agresivas de los servicios bielorrusos» contra Polonia «también será expulsado de Polonia».
Previamente, Tusk había anunciado el cierre total de la frontera con Bielorrusia a partir del jueves por la noche por motivos de «seguridad nacional», debido a los ejercicios militares previstos en el país vecino con participación de tropas bielorrusas y rusas.
El día anterior, el Servicio de Información de Seguridad de República Checa (BIS) reveló que un grupo de agentes europeos había identificado a espías de la agencia de seguridad bielorrusa KGB operando en varios países europeos, incluyendo a un exsubdirector de la Inteligencia de Moldavia (SIS) que facilitaba información confidencial a Minsk.
Luego, Rumanía confirmó que sus fuerzas policiales habían ejecutado una orden de arresto contra un sospechoso investigado por «el delito de traición al transmitir información secreta de Estado de forma continua». Simultáneamente, el Ministerio de Exteriores checo calificó a un diplomático bielorruso como persona ‘non grata’ acusándolo también de espionaje.