En un reciente enfrentamiento en Baluchistán, una zona limítrofe con Irán, un total de nueve soldados del Ejército de Pakistán perdieron la vida y otros seis resultaron lesionados, según informaron autoridades locales el pasado martes.
«Un oficial y otros ocho miembros del personal de seguridad se sacrificaron mientras luchaban con valentía, y otros seis resultaron heridos», comunicó un representante del distrito de Washuk, escenario del conflicto, al periódico ‘Dawn’.
El suceso aconteció durante la noche del lunes, cuando un convoy de tropas gubernamentales fue sorprendido en una emboscada. A pesar del ataque, los soldados repelieron el ataque, generando un combate que también ocasionó «bajas en el otro bando».
Justo este martes, en Islamabad, se llevó a cabo una reunión entre funcionarios de Pakistán y Estados Unidos, donde reafirmaron «su compromiso compartido de combatir el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones».
En un comunicado emitido por el Departamento de Estado, ambas naciones enfatizaron la necesidad de «desarrollar enfoques eficaces ante las amenazas terroristas, incluidas las que plantean el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) y Tehrik e Taliban Pakistan», conocidos como talibán paquistaníes.
El día anterior, el gobierno de Washington designó al BLA y a la Brigada Majeed, su grupo de operaciones suicidas, como organizaciones terroristas internacionales.