En un reciente acontecimiento, instalaciones petroquímicas y de refinación de petróleo en Rusia se han visto obligadas a detener sus operaciones debido a un ataque nocturno con drones llevado a cabo por las fuerzas ucranianas. Este asalto forma parte de una estrategia de Kiev para afectar la infraestructura energética rusa cercana a sus fronteras, mientras esperan la llegada de más armamento de sus aliados para futuros objetivos dentro del territorio ruso.
Según informaciones proporcionadas por las autoridades ucranianas, los objetivos incluían una petroquímica en la provincia de Baskortostán y otra en Nizhni Nóvgorod, ambas situadas en la región de los Urales. “Han suspendido sus operaciones tras un ataque con drones esta noche”, indicó Andri Kovalenko, portavoz de la oficina de información, en su cuenta de Telegram.
Además, se reportaron cortes eléctricos en la provincia fronteriza de Kursk, un hecho que las autoridades rusas confirmaron ocurrió tras el impacto de drones ucranianos en una subestación en Belovski. Alexander Jinshtein, gobernador de Kursk, reportó que el incidente afectó a siete localidades y criticó lo que describió como “la guerra nazi contra la industria energética pacífica” de Rusia. Afortunadamente, no se reportaron víctimas y el servicio eléctrico fue restaurado a las pocas horas, según comunicó en Telegram.
















