Este jueves, las Fuerzas Armadas de Ucrania reportaron un bombardeo ruso dirigido a una zona de entrenamiento militar que se encuentra distante del frente de batalla, en una región considerada hasta ahora como ‘relativamente tranquila’. No se ha proporcionado un número específico de víctimas tras el ataque.
Desde el Mando Operativo Sur del ejército ucraniano se ha confirmado que, aunque se hicieron esfuerzos para minimizar el impacto y las tropas intentaron protegerse, los daños no se pudieron evitar en su totalidad. El comunicado incluye una mención a los fallecidos, expresando condolencias a sus familias de parte de las Fuerzas Armadas.
Se ha iniciado una investigación oficial acerca de este bombardeo, lo que subraya la estrategia de Rusia de continuar sus ofensivas contra instalaciones militares ubicadas más allá de la primera línea de confrontación. Ucrania ha admitido que ya fueron objeto de ataques similares en campos de entrenamiento durante los meses de junio y julio.