El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania reveló que el reciente ataque ruso en Ternópil, una localidad ubicada al oeste de Ucrania, ha dejado un saldo trágico de al menos 26 personas fallecidas, mientras que las tareas para localizar a los desaparecidos siguen en curso.
En un contexto de violencia creciente, Ternópil fue uno de los blancos de una ofensiva rusa a gran escala que también afectó a regiones vecinas como Ivano-Frankivsk y Leópolis. Según declaraciones de Moscú, este ataque fue una represalia por el asalto ucraniano del día anterior, que involucró misiles estadounidenses contra infraestructuras civiles en Vorónezh.
Los rescatistas han tenido que remover más de 700 metros cuadrados de escombros en condiciones de alto riesgo, debido al deterioro de las estructuras aún en pie tras ser alcanzadas por drones rusos. Además, han tenido que proceder manualmente en varias zonas devastadas.
«Nos queda mucho trabajo por delante. Lo principal es encontrar a todos los que puedan estar bajo los escombros», comentó el ministro ucraniano del Interior, Igor Klimenko, quien además informó que entre los fallecidos se encuentran tres menores y otros 93 heridos.
Klimenko también detalló que muchos de los fallecidos perecieron en incendios desatados por el impacto de los proyectiles. «Las llamas se propagaron rápidamente y cubrieron las casas con una ola de fuego. La gente intentó saltar por las ventanas presa del terror», explicó el ministro.
Adicionalmente, los ataques rusos no cesaron y se extendieron a otras áreas como Dnipropetrovsk, Jersón, Donetsk, Sumi y Járkov durante la noche. Las fuerzas ucranianas reportaron haber repelido 106 de los 136 drones detectados entre la tarde del miércoles y la madrugada siguiente.
