El ejecutivo australiano ha impuesto sanciones y restricciones de viaje a catorce individuos en Rusia, acusados de participar en la ‘represión’ de activistas de la sociedad civil, tras un encuentro entre Penny Wong, ministra de Exteriores de Australia, y Yulia Navalnaya, la viuda del difunto opositor ruso Alexei Navalni, quien falleció estando detenido en 2024.
Wong declaró que los sancionados son ‘responsables de silenciar la expresión política en Rusia’ y de ‘facilitar la invasión ilegal e inmoral de Ucrania’, enfatizando que ‘la situación de los Derechos Humanos en Rusia continúa empeorando con violentas represiones destinadas a suprimir los Derechos Humanos y las críticas a la guerra’.
‘Condenamos la intimidación y las represalias por parte de Rusia contra la sociedad civil y los defensores de los Derechos Humanos’, afirmó Wong, insistiendo a Moscú a que ‘cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de Derechos Humanos’, de acuerdo a un comunicado de su ministerio.
Asimismo, destacó que estas sanciones forman parte del conjunto de acciones punitivas contra Rusia tras el envenenamiento de Navalni en 2022 y su posterior deceso después de regresar al país y ser encarcelado por cargos de extremismo y fraude, con una condena de casi 30 años.
Wong también elogió el trabajo de Navalnaya, quien ‘es una voz valiente en defensa de la democracia en Rusia que continúa su lucha a pesar del inmenso coste a nivel personal’, y criticó a Moscú por no realizar una investigación ‘independiente y transparente’ sobre la muerte de Navalni, responsabilizando directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, y su Gobierno.
