La ministra de Asuntos Exteriores de Austria, Beate Meinl-Reisinger, ha manifestado su inquietud este sábado ante la postura de varios países, incluido España, de boicotear el Festival de Eurovisión si Israel participa. Austria, que será la anfitriona de la próxima edición, aboga por considerar el festival como un “símbolo de paz y unidad” en lugar de un “instrumento para imponer sanciones”.
“El Festival de la Canción de Eurovisión representa un símbolo de paz, unidad e intercambio cultural, no una herramienta para imponer sanciones. Me preocupa que algunos países estén pensando en boicotear la 70ª edición del festival en Viena debido a la participación de Israel”, declaró Meinl-Reisinger en su perfil de la red social X.
Para contrarrestar esta situación, la ministra ha enviado una carta a sus homólogos europeos, “instándolos a fomentar este valioso intercambio a través del arte y la cultura y a unirse para explorar formas de mejorar efectivamente la situación en Israel y Gaza”.
Varios países, entre ellos Irlanda, Eslovenia, Países Bajos, Islandia, Bélgica y España, han considerado o anunciado la posibilidad de no participar en el festival si Israel también lo hace, según expresó la jefa de la diplomacia austriaca. Esta medida, según su carta, “impediría un diálogo esencial entre artistas y ciudadanos, y no contribuiría a mejorar la situación en Israel y Gaza”, según un informe de la televisión austriaca ORF.
La carta también alerta sobre el peligro de división entre los miembros de la Sociedad Europea de Radiodifusión y solicita que estos debates se mantengan dentro de los límites políticos, y no se extiendan al ámbito artístico y cultural.
Finalmente, Meinl-Reisinger subraya que excluir a Israel del festival o abstenerse de participar no aliviaría la crisis humanitaria en Gaza ni ayudaría a resolver el conflicto. “Nuestros esfuerzos deben enfocarse en asegurar el cumplimiento del Derecho Internacional y en trabajar juntos hacia una paz duradera”, concluyó en la carta.
