El Gobierno de Austria ha revelado planes para suavizar los requisitos necesarios para la colocación de cámaras de vigilancia en zonas públicas, permitiendo así que las autoridades locales dispongan de mayor libertad para su instalación sin necesidad de cumplir con clasificaciones previas.
Anteriormente, era necesario que el lugar tuviera una clasificación específica y un registro de incidencias delictivas para poder instalar una cámara de vigilancia. Sin embargo, un reciente decreto sugiere que será suficiente con justificar que la vigilancia contribuirá a la reducción de la criminalidad.
«Las imágenes quedarán almacenadas 48 horas», ha señalado el ministro del Interior, Gerhard Karner, del Partido Popular conservador, quien espera que el número de sitios monitoreados, que actualmente es de 20, aumente hasta superar el centenar en un futuro próximo.