El Gobierno Unidad Nacional birmano, exiliado desde el golpe militar de 2021, ha solicitado este jueves a China que cese su respaldo a la junta que dirige Birmania desde el golpe y desestime el proceso electoral previsto para diciembre por no ser una convocatoria «justa y libre».
La ministra de Exteriores del gobierno en el exilio, Zin Mar Aung, ha remitido una carta al Gobierno chino con la petición de «suspender cualquier reconocimiento al régimen y dejar de referirse al jefe de la junta militar (Min Aung Hlaing) como el presidente electo» del país.
En la misiva, Zin Mar Aung ha pedido a Pekín que rechace cualquier petición de la junta para «supervisar» y «observar» las elecciones, ya que esto podría justificar que el Ejército reivindique «legitimidad» electoral tras conocerse los resultados. «Creemos que China debe seguir desempeñando un papel constructivo a la hora de restaurar la paz en Birmania», señala el documento, según reportes del portal Irrawaddy.
Además, ha criticado la reciente acogida de Hlaing en Pekín y ha alertado sobre el riesgo que esto implica para la «buena y duradera relación que existe entre los dos pueblos».
«El brutal régimen birmano ha devastado la economía birmana, ha sumido a la mitad de la población en la pobreza y ha alejado toda inversión extranjera», ha expresado con pesar.
Desde el golpe de Estado, Birmania enfrenta una crisis profunda que ha llevado al país a una guerra civil con consecuencias devastadoras, exacerbadas por un terremoto de magnitud 7,7 en marzo.