La autoridad militar que controla Birmania desde el golpe de Estado de 2021 ha comunicado el jueves la liberación de aproximadamente 3.000 reclusos. Esta decisión se produce justo un mes antes de las próximas elecciones generales, las cuales han sido objeto de críticas tanto por disidentes como por actores internacionales.
De acuerdo con la junta, se liberará a estas 3.000 personas, aunque el número total de casos desestimados alcanza los 5.580, según ha reportado la organización Democratic Voice of Burma.
Entre los beneficiados por la amnistía figuran 2.361 presos políticos que estaban recluidos en diversas prisiones, centros de detención y campos a lo largo del país. A estos se añaden otros 724 individuos que podrían enfrentar nuevamente la detención si incurren en delitos futuros.
La mayoría de los presos amnistiados habían sido sentenciados con condenas de hasta tres años por propagar informaciones falsas destinadas a “difundir el pánico entre la población” o “incitar al odio contra miembros del Gobierno”.
Desde el golpe de estado en febrero de 2021, más de 30.000 personas han sido arrestadas en Birmania, de las cuales 22.708 permanecen encarceladas, según datos proporcionados por la Asociación de Asistencia para Presos Políticos (AAPP) a través de su sitio web.