El primer ministro francés, François Bayrou, ha declarado que la votación de confianza en el Parlamento coloca a los legisladores ante la elección de apoyar el «caos» o la «responsabilidad». Esto ocurre tras el anuncio de varios grupos de la oposición de no respaldar la permanencia del gobierno actual.
Bayrou busca aprobar un programa de ajuste fiscal que asciende a unos 44.000 millones de euros. El lunes comunicó que se enfrentará a una votación en la Asamblea Nacional que, de no prosperar, provocaría la caída del gobierno. Por ahora, las cifras no son favorables para él.
«En los 13 próximos días, los franceses van a influir a sus representantes para que digan si se ponen del lado del caos o del lado de la conciencia y la responsabilidad», expresó Bayrou el martes en un evento de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) en Essone.
El líder centrista explicó recientemente la necesidad de los inminentes recortes para manejar la alta deuda pública. En una entrevista con ‘L’Express’, Bayrou afirmó que «luchará como un perro» para convencer a los legisladores.
«No he ‘elegido’ esta ruta», admitió, reconociendo que «sólo he concluido que no hay más opciones», ante la presión creciente sobre su gobierno y, finalmente, sobre el presidente Emmanuel Macron.
La Francia Insumisa (LFI) ha adelantado que presentará una moción en el Parlamento para solicitar la destitución de Macron. Este grupo de izquierda, junto con la Agrupación Nacional ultraderechista, ya ha anticipado que no apoyarán la votación de confianza impulsada por Bayrou.