El lunes, el Gobierno bielorruso llamó a Erikas Vilkanetsas, encargado de negocios interino de Lituania, para expresar su descontento por un incidente de invasión aérea. Alegan que un dron no tripulado penetró su espacio aéreo y se precipitó cerca de la frontera que comparten, aunque su ruta pretendía extenderse hasta Polonia en lo que Minsk considera una ‘provocación deliberada’.
Ruslan Varankou, portavoz del Ministerio de Exteriores de Bielorrusia, detalló que el suceso ocurrió el día anterior cuando el dron partió del distrito lituano de Lazdijai, atravesando ilegalmente el espacio aéreo bielorruso y cayendo en las adyacencias de Grodno. Según el análisis de los restos y la información de navegación, el plan del dron incluía recorrer Bielorrusia, cruzar a Polonia y volver a Lituania. ‘Consideramos esas acciones una provocación deliberada, no solo contra Bielorrusia, sino también contra Polonia’, señaló un comunicado del ministerio.
Desde Minsk se ha catalogado este acto como una amenaza a su seguridad nacional y una infracción clara al Derecho Internacional y al Convenio de Chicago sobre Aviación Civil Internacional. Por ello, han solicitado a Vilna que entregue ‘de inmediato información detallada y completa sobre las circunstancias de este incidente, incluyendo el propósito del lanzamiento y el operador de la aeronave’, que lleve a cabo una ‘investigación exhaustiva y exija responsabilidades a los responsables de organizar este acto provocador’, y que implemente medidas para evitar futuros incidentes.
Las autoridades de Bielorrusia han declarado que se ‘reservan el derecho a tomar todas las medidas necesarias para proteger su soberanía y seguridad, en función de la evolución de la situación’.