El ejecutivo boliviano ha expresado su descontento ante la reciente clasificación de Estados Unidos, que ha señalado a Bolivia como una nación de tránsito o producción de estupefacientes. Desde La Paz, se ha cuestionado que Estados Unidos persista en “seguir queriendo comportarse como un juez unilateral en la lucha contra el narcotráfico”.
Desde el Ministerio de Gobierno de Bolivia, se ha comunicado mediante Facebook que están al tanto de la ‘descertificación’ de Estados Unidos hacia varios países, incluidos Bolivia y Colombia, por presuntamente no cumplir con los pactos internacionales sobre el control de narcóticos en el último año.
El ministerio ha comentado que resulta paradójico que un país que es uno de los principales consumidores y traficantes de drogas ilegales y armas, pretenda juzgar a otros. La entidad boliviana ha declarado que “el narcotráfico es un problema mundial de responsabilidades compartidas” y ha destacado que el combate a esta problemática debe ser un esfuerzo de colaboración multilateral, como lo dictan los organismos globales, y no a través de reproches unilaterales.
Además, ha enfatizado que Bolivia promueve un enfoque integral y respetuoso hacia la soberanía de cada nación, incentivando la cooperación entre los países de la región y el apoyo internacional para fortalecer las herramientas contra el crimen organizado, el tráfico de drogas y delitos relacionados.
Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. ha reconocido que, aunque Bolivia ha tomado algunas medidas alentadoras como aumentar las incautaciones de cocaína y cooperar en la captura de criminales, aún debe mejorar significativamente en su cumplimiento de los compromisos antidrogas para asegurar que no se convierta en un refugio para narcotraficantes.