El gobierno de Bolivia ha oficializado una ley que impide el matrimonio de individuos menores de 18 años, una decisión considerada histórica y que fue aprobada recientemente por el Parlamento boliviano. Esta legislación invalida cualquier matrimonio donde los contrayentes no alcancen la edad mínima requerida.
David Choquehuanca, en su función de presidente interino durante la ausencia de Luis Arce por su participación en el debate de la Asamblea General de Naciones Unidas, ha firmado esta ley que modifica el Código de Familias y el Proceso Familiar. “Se establece que el matrimonio, o la unión libre entre personas menores a la edad requerida, es nulo de pleno derecho y no puede convalidarse bajo ninguna circunstancia”, expresó Arce en un mensaje en redes sociales, celebrando la medida.
La norma fue ratificada por el Parlamento el pasado 17 de septiembre y busca la “protección integral de niñas, niños y adolescentes, alineándose a los principios internacionales de los Derechos Humanos y la protección infantil para prevenir los matrimonios forzados y resguardar el bienestar físico, mental y social de los menores”.
“Se busca erradicar los matrimonios y uniones infantiles, muchos de los cuales son propiciados por acuerdos familiares que vulneran los derechos de los menores, exponiéndolos a situaciones de abuso y violencia. En algunos casos, estas uniones involucran a las víctimas con sus agresores, lo que pone en riesgo su salud y desarrollo emocional”, indicaron los legisladores.
UNA DECISIÓN “HISTÓRICA”
La ONG Plan International ha calificado la aprobación de esta ley como una “victoria histórica para las niñas”. “En un paso significativo para los derechos de las niñas, la nueva ley prohíbe el matrimonio infantil y las uniones tempranas sin excepciones”, señaló la organización en un comunicado. Carmen Elena Alemán, directora regional de Plan International para América Latina y el Caribe, destacó que este cambio legal es un avance considerable en la protección de las niñas y adolescentes en Bolivia, cerrando vacíos legales y asegurando que ninguna menor sea forzada a contraer matrimonio o convivir con una pareja antes de los 18 años. Además, enfatizó en la necesidad de continuar trabajando en programas que transformen las normas sociales y de género dañinas, invirtiendo en educación y asegurando que las niñas tengan acceso a salud, justicia y oportunidades reales para su desarrollo futuro.
