El expresidente brasileño Jair Bolsonaro continuará ingresado en el hospital de Brasilia, bajo vigilancia médica al menos hasta Año Nuevo, tras haber sido hospitalizado en vísperas de Navidad para una operación destinada a corregir una hernia inguinal. En los días posteriores, fue sometido a nuevas intervenciones para abordar sus frecuentes episodios de hipo.
El equipo médico ha señalado que, si no surgen complicaciones adicionales, Bolsonaro permanecerá en el centro sanitario hasta el 1 de enero. Su situación clínica es estable, aunque presenta un cuadro de hipertensión que está siendo controlado. Además, los facultativos tienen previsto practicarle una endoscopia entre este martes y el miércoles para completar las evaluaciones.
El exmandatario ingresó el jueves para tratar una hernia inguinal bilateral, pero el lunes se le realizó un bloqueo del nervio frénico izquierdo y el sábado se repitió el mismo procedimiento en el lado derecho con el fin de combatir el hipo persistente.
El bloqueo del nervio frénico es una técnica anestésica empleada cuando las crisis de hipo no responden a los fármacos habituales. Este nervio regula el movimiento del diafragma y, cuando se producen contracciones involuntarias, aparece el hipo.
“Necesitamos al menos 48 horas para evaluar los resultados y las complicaciones; esperaremos ese tiempo”, ha dicho en rueda de prensa Claudio Birolini, uno de los médicos que acompaña al expresidente Bolsonaro, según recoge la prensa brasileña.
Bolsonaro, de 70 años, ya se ha sometido en el pasado a varias cirugías por problemas abdominales, hernias y obstrucciones intestinales, secuelas del apuñalamiento sufrido en 2018 durante la campaña electoral. En la actualidad, el exdirigente cumple una condena de más de 27 años de prisión por golpe de Estado, vigente desde finales de noviembre.