Este viernes, la Comisión Europea ha propuesto adelantar al 1 de enero de 2027 la prohibición de adquirir gas natural licuado ruso, con el objetivo de acelerar las medidas previas en un año y expandir las sanciones financieras, incluyendo el sector de las criptomonedas y los pagos con tarjeta, para evitar que Rusia consiga financiación a través de métodos de evasión en países terceros.
En el ámbito energético, la Comisión también desea centrarse en aquellos que asisten a Rusia en la evasión de estas sanciones mediante la compra de combustibles fósiles, sugiriendo sancionar a refinerías, comerciantes de petróleo y empresas petroquímicas en terceros países, “incluida China”.
“Moscú cree que puede continuar su guerra. Nos estamos asegurando de que pague el precio”, afirmó la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, a través de un comunicado en redes sociales, anunciando la iniciativa de la Comisión para implementar un nuevo conjunto de sanciones.
Este sería el decimonoveno paquete de sanciones contra Rusia desde el inicio de su invasión a Ucrania, y ahora deberá ser discutido con los gobiernos europeos. Para ser aprobado, es necesario el consenso de los Veintisiete, lo que incluye superar las reticencias de Hungría y Eslovaquia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también comentó sobre la propuesta en un vídeo en redes sociales, señalando que responde al “desprecio por la diplomacia y el Derecho internacional” demostrado por Rusia con sus recientes ataques a civiles y edificios gubernamentales en Kiev, incluyendo la sede de la UE en la capital ucraniana. Von der Leyen añadió que los ataques con drones en el espacio aéreo de Polonia y Rumanía “no son acciones de alguien que busca la paz”, y reconoció que Moscú está “aumentando la presión” sobre la Unión Europea.