La Comisión Europea ha sugerido aumentar en un 75% la financiación destinada a la acción exterior y colaboración con terceros países hasta el año 2034. Este refuerzo presupuestario permitirá a las naciones de la Vecindad, especialmente en el Mediterráneo y norte de África, disponer del doble de recursos, enfocados en fortalecer la administración de fronteras y el manejo de la migración, así como en establecer métodos legales para ingresar a Europa.
En una rueda de prensa en Bruselas, el comisario de Relaciones Internacionales, Joseph Sikela, junto a Dubravka Suica, comisaria para el Mediterráneo, y Marta Kos, comisaria de Ampliación, explicaron la propuesta presupuestaria en cooperación y acción externa denominada Europa Global, que contará con una asignación de 200.000 millones en el nuevo marco financiero plurianual (MFP).
Concretamente, la región del norte de África y Oriente Próximo recibirá 43.000 millones, duplicando así las asignaciones actuales, en reconocimiento a la importancia de la estabilidad de esta área, considerada volátil y crucial para Europa.
Enfocando la atención en la cooperación migratoria con los países del Magreb, Suica destacó que la migración es un «tema candente», y valoró que el incremento de fondos «intensificará» la cooperación con terceros países. Este apoyo se utilizará principalmente para mejorar la gestión de las fronteras, incluyendo inversiones en equipamiento y desarrollo de capacidades locales.
Bruselas busca equilibrar el fortalecimiento de su frontera sur mientras aborda la escasez de mano de obra en el continente. «Necesitamos gente en Europa, por los retos demográficos y la escasez de mano de obra, y por eso necesitamos gente de esa parte del mundo. Esto puede ser muy controvertido a veces, pero estamos hablando de vías legales, no estamos hablando de migración ilegal», explicó Suica.
La comisaria croata recalcó la necesidad de «controlar la migración», aclarando que «eso no significa que Europa vaya a detenerla. Necesitamos gente, y estamos hablando de migración legal, de crear vías legales», lo que beneficiará la competitividad del continente europeo.
Asimismo, destacó que el programa Europa Global debe transformar a la UE en «un actor y no un pagador», estableciendo una relación más profunda con estos países y preparando el terreno para el nuevo pacto para el Mediterráneo que se presentará en otoño. «Invertir en la región es invertir en nuestra propia estabilidad, competitividad y prosperidad. El Mediterráneo no es solo una región de retos, sino también de oportunidades», señaló.
Además, enfatizó en la necesidad de promover iniciativas sociales, económicas y energéticas, incluyendo la posible expansión de proyectos como Erasmus+ y otras iniciativas culturales y deportivas en la región.
EL INSTRUMENTO PASA A CONTAR CON 200.000 MILLONES
Europa Global, que enmarca las iniciativas de cooperación, tendrá una dotación de 200.000 millones para el periodo 2028-2034, de los cuales 172.000 millones se destinarán a fomentar las relaciones estratégicas con ciertas regiones geográficas. Esto representa un aumento significativo respecto al fondo anterior, que contaba con 80.000 millones, aunque ahora Bruselas ha fusionado varias partidas previamente dedicadas a Ampliación o inversiones en infraestructuras.
«Hemos asignado más de 200.000 millones a este instrumento, lo que supone un aumento significativo en comparación con el presupuesto anterior. De este modo, seguiremos siendo un socio fiable y previsible, y podremos traducirlo en relaciones más sólidas que refuercen la posición global de Europa», dijo Sikela.
Además de la asignación para el norte de África, también se beneficiarán los países del este de Europa y los candidatos a ingresar en el bloque, con otros 43.000 millones previstos.
Marta Kos destacó que estos fondos representan un 37% más que las partidas actuales para países candidatos, una estrategia con la que la UE pretende incentivar y acelerar las reformas europeas que faciliten su adhesión al bloque.
Bruselas también ha diseñado una partida específica de 100.000 millones para apoyar macrofinancieramente a Ucrania, concebida como un fondo fuera del presupuesto comunitario y por encima de su límite financiero, asegurando así que puede fortalecer a Ucrania sin afectar otras prioridades de acción exterior.
El aumento también impactará en la región del África subsahariana, con 60.000 millones previstos en las nuevas cuentas, así como en la zona de Asia-Pacífico con 17.000 millones y Latinoamérica y el Caribe con 9.000 millones, casi triplicando el presupuesto actual. Además, la UE se reserva 15.000 millones para responder ante crisis que puedan surgir hasta 2034.