La Comisión Europea ha expresado su aprobación este jueves respecto al acuerdo logrado entre Estados Unidos y China para posponer por un año la imposición de nuevos controles a la exportación de tierras raras, y muestra expectación ante los posibles acuerdos de la reunión que sostendrá con Pekín el viernes a nivel técnico para tratar esta misma problemática.
“En principio, acogemos con satisfacción cualquier avance que elimine barreras a los flujos del comercio mundial. La UE está plenamente centrada en su propia relación comercial bilateral con China, incluida la relacionada con el comercio de minerales de tierras raras”, declaró Olof Gill, portavoz comunitario de Comercio, en una conferencia de prensa en la capital europea.
El acuerdo se alcanzó tras una reunión en Corea del Sur entre el líder chino, Xi Jinping, y el presidente estadounidense, Donald Trump, y se anunció horas antes de que comenzaran las discusiones de alto nivel en Bruselas, donde se examinarán, entre otros temas, los controles sobre las tierras raras, un tema sensible que ha motivado a la Comisión Europea a considerar la activación del instrumento anticoerción.
“Comunicaremos los resultados de los encuentros durante el día, según sea necesario”, comentó Gill respecto a la reunión del viernes. “No vamos a comentar ni ofrecer más declaraciones sobre las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos u otros terceros países”, enfatizó, señalando que en la reunión con Pekín se tratarán “cuestiones complejas” en beneficio de la industria y la ciudadanía europea.
Según fuentes europeas, el objetivo principal de este encuentro es alcanzar algún acuerdo con China sobre un tema estratégico como las tierras raras, en un intento de resolver la crisis generada por las nuevas restricciones de Pekín sobre las exportaciones.
A pesar de las dudas iniciales sobre la participación del ministro de Comercio, Wang Wentao, la reunión en Bruselas se llevará a cabo a nivel técnico y seguirá el formato de diálogo estructurado.
Las autoridades chinas habían anunciado a principios de octubre que ampliaban las restricciones impuestas en abril en el sector, indicando que los operadores de exportación designados en el extranjero deberán obtener una licencia de exportación de artículos de doble uso emitida por el Ministerio de Comercio de China antes de proceder a la venta de los artículos afectados a países y regiones fuera de China, medidas que para Bruselas resultan “injustificadas y dañinas”.
