La Comisión Europea ha ratificado que los 19 Estados miembro que requirieron préstamos del fondo de Defensa, conocido como SAFE, y que está destinado a fomentar las adquisiciones conjuntas de material militar con un presupuesto de 150.000 millones de euros, han entregado sus respectivos programas nacionales. De estos, 15 incluyen colaboraciones con el sector militar de Ucrania, y entre ellos se encuentra España.
Tras finalizar el periodo de presentación de estos planes, Bruselas ha confirmado que todos los países involucrados cumplimentaron adecuadamente sus propuestas, las cuales ahora pasarán a ser examinadas por las autoridades europeas para la confirmación de los fondos tras una detallada revisión.
Durante los meses de diciembre y enero, la Comisión Europea se dedicará a analizar los detalles de estos programas. “Nuestro objetivo es que, a inicios del próximo año podamos ajustar los montos iniciales de manera que, al inicio del año, estos proyectos puedan comenzar a implementarse”, declaró Thomas Regnier, portavoz de Defensa de la Comisión, en una conferencia de prensa.
En una estrategia más amplia, este esfuerzo por parte de Bruselas forma parte de un plan para movilizar 800.000 millones en la próxima década para fortalecer el sector defensivo de la región.
Aunque Canadá y Reino Unido decidieron no participar en la primera etapa del programa tras negociaciones que no fructificaron con el ejecutivo europeo, tienen la posibilidad de integrarse en fases posteriores, ya que los préstamos permiten que el 35% de las compras se realicen fuera de la UE. Además, la política permite que países candidatos a la UE y otros socios estratégicos como Albania, Canadá, Japón, Moldavia, Macedonia del Norte, Noruega, Corea del Sur y Reino Unido puedan beneficiarse de estos préstamos, excluyendo explícitamente a Estados Unidos.
