El primer ministro búlgaro, Rosen Zheliazkov, ha declarado que no se realizará una investigación sobre las interferencias en el GPS del avión donde viajaba Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ya que no se originaron de un ciberataque ni de un ataque híbrido, y el incidente no tuvo como blanco directo a la aeronave, un suceso que consideró habitual, ya que sucede «todos los días».
Zheliazkov explicó que la interferencia «no iba dirigida contra ningún avión en concreto y no supuso riesgo alguno». «Este tipo de incidentes ocurren todos los días. Los aviones despegaban y aterrizaban mucho antes de que existiese el GPS», comentó durante una visita en Burgas, destacando que los protocolos europeos permiten a la tripulación utilizar métodos de navegación tradicionales.
Además, aseguró que los controladores aéreos búlgaros siguieron estos protocolos para mantener la seguridad durante el aterrizaje del vuelo chárter de Von der Leyen en Plovdiv, según reportó la televisión pública BNT.
El primer ministro también mencionó que estas interferencias son «uno de los efectos colaterales» del conflicto en Ucrania, iniciado por la invasión de Rusia en febrero de 2022. Según Zheliazkov, el impacto en el espacio radioeléctrico se ha extendido por una gran área geográfica.
La Comisión Europea confirmó las dificultades de navegación del avión el lunes y, basándose en información de las autoridades húngaras, indicó que todas las pistas apuntaban a Rusia. No obstante, el Kremlin negó cualquier involucración en una declaración al ‘Financial Times’, medio que primero reportó el incidente.