La Cámara de Diputados de Brasil ha dado su visto bueno este miércoles a un proyecto de ley que reemplaza la amplia amnistía inicialmente planteada por una reducción de condenas para los sentenciados por el intento de golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en enero de 2023. Entre los beneficiados figura su antecesor, Jair Bolsonaro, cuya pena en régimen cerrado podría pasar de casi siete años a algo más de dos años.
La propuesta legislativa, que todavía debe ser ratificada por el Senado, ha salido adelante con 291 votos a favor y 148 en contra. El texto introduce cambios en varios artículos de la Ley de Ejecución Penal y del Código Penal. No obstante, el diputado Paulinho da Força (Solidariedade-SP), principal promotor de la iniciativa, ha recalcado que ésta “solo aborda el 8 de enero, no hay posibilidad de que beneficie a la delincuencia común”.
El Partido Liberal de Bolsonaro ha respaldado la medida, pese a haber defendido hasta ahora un indulto completo para el exmandatario ultraderechista. La condena de 27 años y tres meses que pesa sobre él contempla cerca de siete años de cumplimiento en régimen cerrado, que con esta reforma se reducirían a dos años y cuatro meses. El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula se ha posicionado en contra del proyecto.
La sesión plenaria se ha prolongado hasta la madrugada y ha estado marcada por fuertes tensiones. El debate terminó con el desalojo por la fuerza del diputado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) Glauber Braga, que se sentó en la silla de la Presidencia de la Cámara de Diputados en señal de protesta por la tramitación de un proceso que podría derivar en la pérdida de su escaño y del de otros parlamentarios. Este procedimiento está vinculado a un episodio ocurrido en 2024, cuando Braga empujó y dio una patada a un activista de derecha que le seguía por las dependencias del Parlamento.
En paralelo, la defensa de Jair Bolsonaro ha presentado ante el Tribunal Supremo una petición para que se autorice su salida inmediata de prisión con el fin de someterse a una operación quirúrgica. Los abogados han solicitado que, tras la intervención, se le conceda prisión domiciliaria de carácter humanitario, según un escrito citado por “Globo”.
“Según lo informado por el médico responsable del tratamiento, el expresidente necesita ser intervenido quirúrgicamente tanto para tratar el hipo, consecuencia de las cirugías ya registradas en este proceso, como por el agravamiento del diagnóstico de hernia inguinal unilateral, lo que también indica la necesidad de intervención quirúrgica”, han defendido sus abogados, quienes apuntando a la necesidad de que Bolsonaro sea hospitalizado de manera “inmediata de cinco a siete días”.
