El ex primer ministro y actual presidente del Senado de Camboya, Hun Sen, ha realizado una solicitud formal al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) este lunes, para intervenir en la liberación de 18 militares camboyanos retenidos por el Ejército de Tailandia. Estos militares fueron capturados poco después de que se estableciera un cese al fuego destinado a terminar con las hostilidades en la frontera entre ambos países.
Después de conversar directamente con su hijo, el primer ministro camboyano Hun Manet, Hun Sen ha instado al CICR a ejercer su «papel humanitario» ante la creciente inquietud en Camboya por la situación de los soldados detenidos. «La parte tailandesa movilizó a sus tropas y detuvo a 18 soldados camboyanos en una base tan solo ocho horas después de que se acordara el alto el fuego. Esta es una clara violación del mismo y ya estaba prohibido tanto el uso de armas como el movimiento de tropas», declaró Hun Sen en una publicación en Facebook.
Hun Sen también ha denunciado que las fuerzas tailandesas «romper los términos del acuerdo al entrar en territorio camboyano». Esta acusación surge después de que Tailandia entregase a dos de los veinte soldados inicialmente capturados. Los liberados, Ang Oeung y Mom Vuthy, fueron hospitalizados tras cruzar la frontera de regreso a Camboya por O Smach.
El comunicado del Ejército tailandés señala que los 18 militares aún en cautiverio son tratados como «prisioneros de guerra», y asegura que se les ha proporcionado atención médica y se mantiene su seguridad e integridad física. «Ser un prisionero de guerra no es una condena, implica una protección bajo la Convención de Ginebra», destacaron desde el Ejército tailandés.
















