La carrera presidencial en Honduras se ha caldeado tras las recientes declaraciones de Donald Trump, quien ha acusado a Rix Moncada, candidata oficialista, de alinearse con el “fantasma del comunismo”. Moncada ha defendido los logros del ejecutivo actual, destacando iniciativas como la asignación de propiedades y la generación de empleo. Por otro lado, Salvador Nasralla, también blanco de los comentarios de Trump, ha reafirmado su compromiso con las libertades.
“El fantasma del comunismo vuelve con los mismos cuentos de siempre, pero la realidad habla más fuerte”, ha señalado Moncada en un mensaje, subrayando los avances en infraestructuras y la democratización económica bajo la presidencia de Xiomara Castro. Nasralla, por su parte, ha criticado las acusaciones de Trump, quien lo ha tildado de “casi comunista” y enemigo de la libertad.
El proceso electoral se ve marcado por una tensa campaña donde las acusaciones cruzadas han tomado protagonismo, especialmente en torno al tema del fraude electoral. Trump ha intervenido activamente, apoyando a Nasry Asfura y acusando a Nasralla de dividir el voto. “Cuando este domingo sea electo por mi pueblo, podrá encontrar en mí a un aliado de las libertades”, ha declarado Nasralla, quien busca reafirmar su posición frente a las críticas.
Este domingo, cerca de seis millones de hondureños están llamados a las urnas en unas elecciones que también decidirán la composición del Congreso y otros cargos políticos, culminando una campaña electoral llena de desafíos y controversias.
