Este jueves, la Fiscalía de Honduras ha comunicado la captura de tres individuos por cargos de terrorismo y tentativa de homicidio, los cuales al parecer tramaban un ataque contra el exmandatario Manuel Zelaya y buscaban derrocar a la presidente actual, Xiomara Castro, además de obstruir la realización de las elecciones generales programadas para finales de noviembre.
Joel Zelaya, fiscal general del país, durante una conferencia de prensa, mencionó que estas detenciones ‘confirman la existencia de una conspiración cuyo objetivo es paralizar el Estado, alterar el orden constitucional e impedir la realización de las elecciones del 30 de noviembre’, aseveración que ya había realizado a finales de julio pasado.
Los sospechosos, identificados como Arcadio López Estrada, Perfecto Paz y David Kattán, tenían intenciones de atentar contra la vida de Zelaya, derrocar al gobierno hondureño y forzar la salida anticipada de Castro, cuyo mandato finaliza en enero de 2026, según declaró el magistrado, quien destacó que los hechos ‘van más allá de ser un hecho aislado, forma parte de un plan mayor’.
En la presentación de pruebas, se incluyeron varios mensajes de voz que ‘forman parte del material probatorio’ del caso, argumentando que ‘no está sustentado en conjeturas ni rumores (sino que) se basa en evidencias científicas irrefutables’. Uno de los mensajes expuestos durante la rueda de prensa incluye declaraciones de uno de los acusados: ‘todo se arregla matando a ese hijo de la gran puta de Manuel Zelaya, hay que matarlo, matando al perro se acaba la rabia’.
El fiscal reiteró que existe ‘un plan criminal para alterar violentamente el orden democrático’ en Honduras, y señaló a ‘grupos externos que impactarían directamente en el (Consejo Nacional Electoral) CNE y en sus decisiones’.
Manuel Zelaya, por su parte, reaccionó a estos hechos con un mensaje en su cuenta de la red social X, indicando que este anuncio ‘evidencia las perversas intenciones de sectores oscuros que buscan sabotear el proceso electoral y consumar el magnicidio planificado desde el golpe de 2009’, recordando que fue expulsado del país en junio de 2009 por los militares y llevado a Costa Rica por orden del poder judicial, acusado de intentar perpetuarse en el poder.















