En una solemne ceremonia en Londres, el rey Carlos III de Inglaterra ha presidido el tradicional Domingo del Recuerdo, tributando honor a aquellos que perdieron la vida en conflictos desde la Primera Guerra Mundial. El evento contó con la asistencia de numerosos excombatientes.
El rey, ataviado con el uniforme de mariscal de campo y levita, fue el primero en colocar una corona de flores en el Cenotafio, acto seguido por el príncipe Guillermo. Tras el homenaje, ambos guardaron dos minutos de silencio en este servicio anual que se celebra en el corazón de la capital británica.
El príncipe Guillermo, vestido con el uniforme de la Real Fuerza Aérea y con el grado de comandante de ala, también realizó su saludo después de participar en el homenaje. Guillermo ha dedicado gran parte de su vida al apoyo de militares activos y retirados, una labor que considera esencial.
Personalidades como el primer ministro británico, Keir Starmer, y políticos de renombre, junto a representantes de la Commonwealth, también ofrecieron sus respetos florales. La reina Camila y la princesa Catalina, junto con otros miembros de la realeza, observaron la ceremonia desde un balcón del Ministerio de Exteriores.
Además, ocho ex primeros ministros británicos estuvieron presentes cerca del monumento, y en Escocia, el primer ministro John Swinney lideró un acto conmemorativo similar. La ceremonia concluyó con el disparo de un cañón y el toque de silencio por parte de los cornetas de los Marines Reales, seguido de un servicio religioso y un desfile en el que participaron unos 10.000 veteranos, incluyendo a héroes de la Segunda Guerra Mundial y otros conflictos, que recibieron una cálida ovación de la multitud reunida.