Alrededor de una treintena de personas han sido raptadas en un nuevo ataque llevado a cabo por hombres armados no identificados en el estado nigeriano de Plateau, en la zona central del país, en un contexto de deterioro de la seguridad y de incremento de las actividades de bandas criminales dedicadas a los secuestros para exigir rescates.
De acuerdo con fuentes locales citadas por el diario nigeriano “The Premium Times”, 28 personas fueron secuestradas en la localidad de Zak, en el área de Yak, y entre las víctimas figura un número no precisado de menores, cuyo paradero sigue siendo desconocido por el momento.
En este sentido, Sapii Sambo, dirigente comunitario de Wase, ha explicado que los atacantes interceptaron un vehículo en el que viajaba una delegación oficial que se dirigía a un evento religioso de la comunidad musulmana en Sabon Layi. “Emboscaron su vehículo en los alrededores de la localidad y secuestraron a todos los pasajeros”, ha recalcado.
Hasta ahora, las autoridades nigerianas no han ofrecido una versión oficial de lo sucedido. Este silencio se produce después de que el ministro de Información, Mohammed Idris, anunciara el lunes que el Gobierno de Bola Tinubu ha puesto en marcha este año una “nueva doctrina nacional antiterrorista” que contempla declarar “terrorista” a “cualquier grupo armado” implicado en secuestros.
En los últimos años se ha producido un notable aumento de la inseguridad —antes concentrada en el noreste del país, donde operan Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA)— hacia zonas del centro y del oeste de Nigeria, en la mayoría de los casos vinculada a bandas armadas y redes criminales.