En respuesta al reciente sismo de magnitud 8,8 en la costa de Rusia, Chile ha decidido mantener en alerta a trece de sus dieciséis regiones costeras. A pesar de que en otras áreas del Pacífico las alertas se han mitigado, el peligro persiste en la nación sudamericana. El ministro de Interior, Álvaro Elizalde, confirmó que «se mantiene el estado de alerta» desde la región de Arika y Parenacota hasta Los Lacos, excluyendo a La Araucanía que ahora está en estado de precaución.
Elizalde también anunció la eliminación de la alerta para Aysén, Magallanes, la Antártica Chilena, Isla de Pascua, Juan Fernández e Isla Félix. Además, se ha ordenado la evacuación de aproximadamente 1,5 millones de personas en áreas vulnerables y se ha suspendido la actividad escolar en zonas costeras bajo alerta, medida que se mantendrá al menos durante el próximo día en áreas propensas a inundaciones.
El impacto de este terremoto ha sido considerablemente mayor en Chile en comparación con otros países como Colombia y Ecuador, donde las alertas ya han sido levantadas. En contraste, en la región de Kamchatka, epicentro del terremoto, el gobernador Vladimir Solodov informó que los refugios temporales seguirán activos por «unos días más». Por otro lado, Valeri Igorevich Limarenko, gobernador de las islas Kuriles vecinas, destacó que aún «continúa la evaluación de los daños» mientras se procede con las reparaciones necesarias.
En Japón, las alertas inicialmente elevadas también han sido modificadas, con algunas canceladas completamente y otras aún activas en regiones costeras como Hokkaido y Chiba. El sismo de Kamchatka no solo ha sido uno de los más fuertes globalmente desde 1900, sino que además activó la erupción del volcán Kliuchevskoi en la misma región.