Desde el Ministerio de Exteriores de China, se ha emitido una advertencia este sábado sobre la postura rígida y belicista del ejecutivo japonés, que no solo desafía el orden global actual al desviarse de sus compromisos hacia un desarrollo no violento, sino que también podría desembocar en un desastre para Tokio.
“Si Japón decide retomar el antiguo sendero del militarismo, desligarse de su compromiso con el desarrollo pacífico y menoscabar el orden internacional de la posguerra, el pueblo chino y la comunidad internacional no lo tolerarán, y finalmente acabará en un fracaso”, declaró la portavoz de Exteriores china, Mao Ning, según recoge la agencia de noticias Xinhua.
Mao Ning ha rememorado que las responsabilidades internacionales de Japón “como país vencido” fueron “claramente” definidas después de la Segunda Guerra Mundial en documentos legales internacionales, como las declaraciones de El Cairo y Potsdam o el Instrumento de Rendición Japonesa, que incluían, entre otros, “el desarme completo y la prohibición de mantener industrias que pudieran permitir el rearme”.
“Mientras que afirma que quiere fomentar un mundo sin armas nucleares, este país ha intentado modificar los Tres Principios no Nucleares, lo cual indica un avance hacia un mayor rearme”, señaló la representante del gobierno chino refiriéndose a la política japonesa de no poseer, no producir y no permitir la introducción de armas nucleares en su territorio.
Este aviso llega en un momento de creciente tensión entre Pekín y Tokio, tras unas declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre la posibilidad de una intervención militar en Taiwán si el gobierno chino ataca la isla. Takaichi ha reafirmado su negativa a retractarse de sus comentarios sobre Taiwán, como ha solicitado China, asegurando además que su país continuará actuando de la misma forma ante una crisis de seguridad regional.
Estas declaraciones de la política conservadora japonesa, que tomó posesión en octubre, provocaron que incluso el cónsul chino en Osaka, Xue Jian, emitiera un mensaje que fue posteriormente eliminado, donde apostaba por “cortar el sucio cuello” de la primera ministra, a la que acusaba de “haberse lanzado” contra las autoridades chinas «sin dudarlo un solo instante».
Tras esta semana de infructuosos esfuerzos diplomáticos, China ha comenzado a adoptar algunas medidas como desaconsejar a sus ciudadanos que viajen a Japón, suspender las importaciones de mariscos japoneses y detener la entrada de nuevas películas japonesas.
Las relaciones entre China y Taiwán se cortaron en 1949, tras la derrota de las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang en la guerra civil contra el Partido Comunista, trasladándose al archipiélago. Las relaciones solo se restablecieron a nivel empresarial e informal en la década de los 80.











