El ejecutivo chino ha solicitado a Estados Unidos que ejerza prudencia en temas que tocan los intereses esenciales de China, poniendo especial énfasis en Taiwán. Asimismo, ha indicado que las recientes acciones y declaraciones de Washington perjudican los intereses de Pekín.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha comunicado a Marco Rubio, su homólogo estadounidense, que “las recientes palabras y acciones negativas de Estados Unidos han dañado los derechos e intereses legítimos de China, han interferido en los asuntos internos de China y no ayudan a mejorar y desarrollar las relaciones sino-estadounidenses”.
Wang Yi ha subrayado la oposición de China a estas acciones, recordando la cooperación histórica entre China y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y enfatizando la necesidad de colaborar en la nueva era para enfrentar retos globales y cumplir con las responsabilidades de grandes potencias.
Además, ha argumentado que para mantener el avance conjunto y estable de estos dos ‘gigantes’, ambos países deben seguir fielmente la dirección estratégica establecida por los líderes de ambas naciones y aplicar plenamente los consensos importantes que han alcanzado, según se desprende de un comunicado del Ministerio de Exteriores chino.
Por otro lado, Thomas Piggot, viceportavoz del Departamento de Estado, ha señalado que Rubio “destacó la importancia de una comunicación abierta y constructiva en una serie de asuntos bilaterales”. “También discutieron otros asuntos globales y regionales a modo de continuación de la discusión en Kuala Lumpur”, refiriéndose a un encuentro previo en junio durante una cumbre de la ASEAN.
La reunión entre Wang y Rubio sucedió poco después de un diálogo entre los ministros de Defensa de ambos países, Dong Jun y Pete Hegseth, donde Pekín pidió a Washington que cesara en su intento de ‘usar Taiwán’ para ‘contener’ a China, alegando que tal estrategia no tendría éxito. Dong remarcó que la reunificación de China es ‘irrefrenable’ y cualquier ‘intento de interferir’ en sus asuntos internos está ‘destinado al fracaso’, mientras Hegseth aclaró que Estados Unidos “no busca conflicto alguno con China ni un cambio de régimen”, aunque subrayó la importancia de los intereses estadounidenses en Asia-Pacífico.
Recientemente, las autoridades chinas han criticado la visita a Taiwán del senador estadounidense Roger Wicker, presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, argumentando que este tipo de contactos ‘socavan su soberanía’ y constituyen una ‘violación del principio de ‘una sola China’ que rige la política interna de China.
