El Ejecutivo chino ha hecho este martes un llamamiento a la prudencia y a la moderación, reclamando además un refuerzo del diálogo tras el supuesto ataque que, en la noche anterior, habrían llevado a cabo fuerzas ucranianas contra la residencia del presidente ruso, Vladimir Putin, en Nóvgorod. Kiev ha rechazado esta versión, mientras que Moscú lo utiliza como argumento para replantearse el curso de las conversaciones.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, instó a todas las partes implicadas a no ampliar el conflicto ni incrementar la intensidad de los enfrentamientos, y a evitar cualquier tipo de provocación con el fin de generar las condiciones necesarias para lograr “una solución política de la crisis”, según informa Global Times.
Al mismo tiempo, otros dirigentes de la región, como el primer ministro indio, Narendra Modi, y su homólogo paquistaní, Shehbaz Sharif, han manifestado su inquietud por la situación y han apelado a la contención de todos los actores para no frustrar las negociaciones en marcha.
“Los esfuerzos diplomáticos en curso ofrecen la vía más viable para poner fin a las hostilidades y lograr la paz. Instamos a todos los involucrados a que se mantengan centrados en estos esfuerzos y eviten cualquier acción que pueda socavarlos”, ha pedido el Modi, en un mensaje en su cuenta de X.
Sharif ha advertido de que “este acto atroz constituye una grave amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad”, más aún en un contexto en el que se están desarrollando contactos diplomáticos. Pakistán ha condenado el presunto ataque y ha expresado su apoyo al presidente Putin y al pueblo ruso.
“Reiteramos nuestro firme rechazo a todas las formas de violencia y a todos los actos destinados a socavar la seguridad y amenazar la paz”, ha escrito Sharif en X.
En la jornada anterior, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, denunció que las fuerzas ucranianas lanzaron entre la noche del 28 y el 29 de diciembre un total de 91 drones —todos ellos interceptados— contra la residencia presidencial de Vladimir Putin en Nóvgorod, en el noroeste de Rusia.
Lavrov subrayó que este episodio no apartará a Rusia de la mesa de negociación con Estados Unidos, aunque sí podría llevar a Moscú a ajustar su postura en esas conversaciones.