La Cancillería de China ha hecho un llamado este sábado a Japón para «reflexionar sobre su historia de agresión» y actuar con «prudencia» tras el envío de una ofrenda por parte del primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, al santuario de Yasukuni, conocido por albergar las tumbas de criminales de guerra, durante el aniversario del término de la Segunda Guerra Mundial.
«China deplora enérgicamente las acciones de Japón que desafían flagrantemente la justicia histórica y la conciencia humana. Hemos presentado serias protestas ante la parte japonesa», señaló un vocero del Ministerio chino, según palabras recogidas por la agencia de noticias Xinhua.
Controversia en torno al santuario Yasukuni
El santuario sintoísta de Yasukuni, que honra a quienes murieron sirviendo a Japón desde el siglo XIX, es visto por algunos como un símbolo patriótico, pero es considerado por naciones como Seúl o Moscú como un recordatorio del pasado militarista y belicista de Japón.
Desde la visita de Shinzo Abe en 2013, ningún otro primer ministro ha acudido en persona, evitando así las tensiones diplomáticas. En su lugar, este año asistió el ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, quien estuvo acompañado por partidarios del partido ultraderechista Sanseito.
Para el vocero chino, el templo es un «símbolo de la guerra de agresión de los militaristas japoneses contra naciones extranjeras» y destacó que glorifica la memoria de 14 criminales de guerra.
China ha instado a Japón a abandonar el «militarismo», seguir un «camino del desarrollo pacífico» y ganarse la confianza internacional mediante «acciones reales».
Además, el Ministerio de Exteriores de Corea del Sur, por medio de su portavoz Lee Jae Wong, manifestó su «profunda decepción» por estos actos y exhortó a Japón a «afrontar la historia con franqueza y a mostrar con acciones una humilde reflexión y una genuina voluntad de solucionar los problemas históricos», según declaraciones publicadas por la agencia oficial surcoreana Yonhap.