Varios cientos de individuos se reunieron en la universidad de Novi Sad en Serbia, donde ocurrieron choques con las autoridades en otra noche de alta tensión en la ciudad, en el contexto de manifestaciones que se extienden por meses a raíz del colapso de la estación ferroviaria de Novi Sad.
La Facultad de Filosofía se convirtió en el foco de las protestas después de que grupos de personas se agruparan en sus inmediaciones y fueran dispersados con gases lacrimógenos tras arrojar objetos a la Policía, que anteriormente había evacuado el edificio por órdenes del decano, manteniéndolo bajo vigilancia policial, de acuerdo con lo reportado por la emisora serbia N1.
Aún se desconoce la cifra de detenidos y heridos, aunque el presidente serbio, Aleksandar Vucic, mencionó que aproximadamente 10,000 ciudadanos participaron en las manifestaciones de esta noche en todo el país, siendo 7,000 de ellos en Novi Sad.
Vucic denunció la participación de miembros del Parlamento Europeo en estas protestas y declaró que los manifestantes fueron apoyados por la escoria europea que vino a destruir nuestro país.
Todo transcurrió pacíficamente, sin incidentes, excepto en Novi Sad. La Policía permitió que los golpearan con pirotecnia, palos y piedras durante doce minutos. Y solo entonces respondió la Policía. Solo entonces. En Novi Sad, en presencia de representantes del Parlamento Europeo, algunos intentaron amenazar la estabilidad y la seguridad de Serbia con pasamontañas y cascos. Querían ocupar las instalaciones de la Facultad de Filosofía de Novi Sad a toda costa, y no lo lograron, indicó Vucic en un discurso a la prensa.
La tensión sigue en aumento desde que en noviembre de 2024 se originaran protestas en respuesta al derrumbe de una parte de la estación de tren de Novi Sad, que resultó en varios muertos y heridos.
Los manifestantes alegan que la catástrofe fue causada por la corrupción y el derroche en el gobierno, exigiendo la divulgación completa de los documentos que justificaron dicha reconstrucción y una investigación adecuada para identificar y procesar a los responsables.
Por otro lado, el gobierno serbio ha respondido con una represión severa hacia los manifestantes, acusándolos de intentar derrocar al gobierno y de recibir financiamiento extranjero. Varias decenas de personas han sido arrestadas en operativos que han sido cuestionados por la oposición y grupos civiles.