El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) ha exigido recientemente el cese de las agresiones dirigidas a los trabajadores humanitarios, incidentes que califica como ‘asesinatos’ y que se han incrementado, particularmente en áreas como la Franja de Gaza, considerando estos actos una ‘grave traición a la humanidad’.
Según información proporcionada por el CICR, hasta la fecha, 18 voluntarios y empleados han perdido la vida mientras desempeñaban ‘trabajos para salvar vidas’ en zonas conflictivas como Gaza, Sudán, Sudán del Sur, Irán, Etiopía y República Democrática del Congo.
‘Muchos otros han muerto cuando ni siquiera se encontraban trabajando, sino en sus casas, con sus familias, o simplemente haciendo su vida. Otros han resultado heridos, han sido secuestrados o detenidos’, destacó el CICR en una declaración durante el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
El CICR también ha señalado que la manipulación de la imagen de estos trabajadores y organizaciones como ‘objetivos’ a través de ‘información falsa y dañina’ amplifica el peligro hacia ellos. ‘Esto puede acabar convirtiéndolos en objetivo de ataque’, explicaron.
A pesar de los peligros inherentes, estos valientes trabajadores ‘siguen adelante con sus funciones, no porque no tengan miedo sino porque el sufrimiento de otros es demasiado urgente como para ignorarlo’. ‘El coraje, sin embargo, no protege, y la dedicación no desvía las balas’, declararon desde la organización.
El CICR ha enfatizado que la Declaración para la Protección del Personal Humanitario, que intenta poner fin a esta ‘trágica tendencia’, es crucial y ‘debe traducirse en acciones tangibles sobre el terreno’.
‘Las leyes de la guerra son claras: el personal humanitario debe ser respetado y protegido. Cada ataque es una grave traición a la humanidad. Cada asesinato lanza un mensaje peligroso’, advirtieron.
Finalmente, el CICR ha instado a los Estados, a las partes en conflicto y a los líderes internacionales a ‘tomar medidas urgentes y concretas para proteger a todos aquellos que lo arriesgan todo para salvar vidas’. ‘Cuando los trabajadores humanitarios están protegidos, lo está la humanidad’, concluyeron.