Cien mil desplazados en Mozambique en quince días por escalada de violencia

Unas 100.000 personas se han desplazado en Mozambique por el avance de conflictos y ataques yihadistas, en un contexto de insuficiente ayuda humanitaria.

Archivo - Desplazados en Mueda, en la provincia de Cabo Delgado, a causa de la violencia en el norte de Mozambique (archivo)Europa Press/Contacto/Chris Huby - Archivo

En las recientes dos semanas, cerca de 100.000 personas han sido desplazadas debido al incremento de los conflictos en el norte de Mozambique, ampliándose hacia áreas que antes se consideraban seguras. Este aumento se debe a los continuados ataques del grupo yihadista Estado Islámico en África Central (ISCA).

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha manifestado su “profunda preocupación” ante estos sucesos y ha señalado que las necesidades de ayuda crecen “a una velocidad sin precedentes”, mientras que la capacidad de las autoridades y las organizaciones humanitarias para responder es insuficiente.

Víctimas de estos ataques han contado cómo tuvieron que huir precipitadamente de sus hogares ante la llegada de grupos armados, quienes no solo atacaron a los residentes sino que también incendiaron sus casas y les obligaron a abandonar sus pertenencias. En el tumulto, algunos padres incluso perdieron a sus hijos.

Desde el inicio de la violencia en 2017 en Cabo Delgado, más de 1,3 millones de personas han sido desplazadas. Recientemente, los ataques se han extendido también a Nampula, poniendo en peligro a comunidades que antes acogían a desplazados de provincias vecinas. Muchos de los afectados han huido sin documentos ni acceso a servicios básicos, lo que incrementa el riesgo de explotación y abusos, especialmente para mujeres y niñas.

ACNUR ha indicado que las personas desplazadas enfrentan serios riesgos de protección incluso al llegar a áreas consideradas seguras, ya que su presencia incrementa la presión sobre comunidades anfitrionas ya de por sí vulnerables. Lugares como escuelas, iglesias y espacios abiertos se ven saturados, con muchas familias durmiendo al aire libre, lo que aumenta la exposición a la violencia sexual y de género y agrava la situación de personas mayores y con discapacidad.

ACNUR ha pedido un aumento del apoyo internacional y ha anticipado que necesitará 38,2 millones de dólares (aproximadamente 32,9 millones de euros) en 2026 para cubrir las necesidades crecientes en la región, aunque este año solo ha recibido el 50 por ciento de los 42,7 millones de dólares (unos 38,7 millones de euros) necesarios.

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