El pasado sábado, Tel Aviv fue escenario de una multitudinaria manifestación con más de 100.000 participantes, que salieron a la calle para pedir el cese de las acciones militares en Gaza y un pacto que asegure la liberación de los israelíes secuestrados en el territorio palestino.
‘No tenemos el privilegio de descansar. Las protestas son importantes’, afirmó Gadi Mozes, un exrehén de 80 años liberado en enero por milicias de Gaza, durante el último acuerdo de cese al fuego. ‘Salid a la calle en cualquier sitio en el que estéis en el que podáis tener influencia’, añadió Mozes.
Desde su liberación, Mozes expresó su esperanza en un nuevo acuerdo. ‘Si las dos partes aceptan los dictados del presidente (Donald) Trump será el momento de un alto el fuego y de centrarse en la vuelta de todos los rehenes y en poner fin a la guerra’, declaró según ‘The Times of Israel’.
Yotam Kipnis, quien perdió a sus padres en un ataque el pasado 7 de octubre de 2023, también apoyó la búsqueda de un acuerdo. ‘Nada me los devolverá, pero aún hay mucho que se puede salvar. Si se puede, nuestro deber es salvarlo con un acuerdo’, comentó Kipnis.
‘Tiene que haber paz entre nostros y los palestinos porque tiene que suceder. La única cuestión es cuánta (sangre) se derramará hasta que pase’, agregó Kipnis.
Rula Daud, copresidenta del grupo israelí-palestino Standing Together, destacó: ‘Nosotros, los ciudadanos árabes palestinos de Isarel, nos sumamos a la demanda del fin de la guerra no solo porque no creemos en el Gobierno, sino porque es una guerra injusta contra nuestro propio pueblo’.
Mali Darwish, una activista que leyó los nombres de los rehenes aún retenidos, compartió su optimismo: ‘Esta será la última vez que leeré los nombres’ en las manifestaciones semanales de los sábados, aseguró.