Esta semana, el Departamento de Justicia de EE.UU. y el FBI concluyeron oficialmente la investigación sobre Jeffrey Epstein, un hecho que ha causado gran descontento entre los seguidores del movimiento MAGA (‘Make America Great Again’), quienes se sienten defraudados por el presidente Donald Trump, conocido por haber frecuentado las fiestas de Epstein y ahora se muestra evasivo cuando se toca el tema.
‘¿Todavía estamos hablando de ese tipo, de ese asqueroso? Es increíble’, declaró el martes en una conferencia de prensa cuando se le preguntó a la fiscal general, Pam Bondi, acerca del inesperado cierre del caso sin divulgar los secretos prometidos sobre lo que sucedía en dichas fiestas, incluyendo una lista de invitados y aquellos a quienes Epstein chantajeaba.
Descontento y teorías desestimadas
Después de meses de rumores y teorías conspirativas, las nuevas autoridades han determinado que no existe tal lista de distinguidos asistentes a las fiestas sexuales de Epstein, quien de acuerdo con estos hallazgos, realmente se suicidó en prisión, causando el enfado de los teóricos de la conspiración.
Este estudio ha invalidado todas las principales teorías que la ultraderecha americana promovió extensamente en programas de debate, especialmente en la web, con la participación de figuras que ahora están en la Administración Trump.
La fiscal Bondi, destacada en estos debates, incluso afirmó en febrero en una entrevista en Fox News que tenía la famosa lista sobre su escritorio. A finales de febrero, reunió a importantes ‘influencers’ de la derecha en la Casa Blanca para entregar un dossier sobre Epstein, que al final no contenía la información prometida, generando gran malestar.
Críticas y consecuencias
Poco después, otros señalados como el jefe del FBI, Kash Patel, y su ‘número dos’, Dan Bongino, regresaron a Fox News para confirmar que Epstein se había suicidado en la cárcel, un mes después de su arresto en 2019.
La controversia en torno a Epstein, sus negocios y sus fiestas, ha obsesionado a ciertos grupos dentro de MAGA, y a otros como Qanon, que se enredaron en teorías como la que implicaba a Hillary Clinton en una red de prostitución y abuso sexual infantil conocida como ‘Pizzagate’.
‘Piensen en las consecuencias económicas si, hipotéticamente, se revelara que Bill Gates había estado viajando con Epstein y luego tuviéramos videos de él abusando de niñas menores de edad’, escribió Tim Pool. Mike Cernovich criticó el encubrimiento del caso y advirtió a Trump que ‘esto formará parte de su legado’ si no actúa de otra manera.