El número de víctimas mortales debido al cólera en Darfur, al oeste de Sudán, ha ascendido a 500, según han confirmado las autoridades sudanesas. Este incremento se produce en un contexto de violencia intensa, tras el estallido en abril de 2023 de un conflicto armado entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), sumiendo al país en una profunda crisis humanitaria.
Desde la Coordinadora General de Desplazados y Refugiados en Darfur, se ha informado de que, solo el pasado martes, 17 personas perdieron la vida por esta infección en la zona de Taulia, al oeste de El Fasher, capital de Darfur Norte. Este área, que alberga a miles de desplazados, ha sufrido más de 500 días de asedio por parte de las RSF.
Adam Rijal, portavoz de la organización, ha indicado que recientemente se han registrado 135 nuevos casos de cólera, elevando el total a 12.061. Las áreas más afectadas incluyen Tauila, Yeleb Marra, Zalingei y Nyala, además de los campamentos en Darfur Sur, donde escasean los medicamentos y otras enfermedades como la malaria están en aumento, exacerbando la desnutrición entre la población afectada.
La guerra civil, que comenzó por desacuerdos sobre la integración de los paramilitares en las fuerzas armadas, ha provocado una de las mayores crisis humanitarias a nivel global, con millones de desplazados y refugiados. La comunidad internacional se encuentra alarmada ante la rápida propagación de enfermedades y la destrucción de infraestructuras vitales.